
Los expertos coinciden en que la gestión de los recursos hídricos en la minería es uno de los desafíos más complejos y críticos para la sostenibilidad ambiental.
Para avanzar en un modelo más sostenible, es crucial que la industria adopte tecnologías que reduzcan el consumo de agua y optimicen su uso. Esto incluye la implementación de sistemas de reciclaje y reutilización de agua, así como la inversión en tecnologías de procesamiento que minimicen la necesidad de agua.
Además, los expertos enfatizan la importancia de desarrollar e implementar estrategias robustas para el tratamiento de aguas residuales y la prevención de la contaminación. Los sistemas de manejo de efluentes deben ser diseñados para reducir al mínimo el impacto ambiental y asegurar que las descargas cumplan con las normas regulatorias.
La alteración de ecosistemas acuáticos debido a la minería puede resultar en afectaciones tanto a la biodiversidad como a las comunidades locales. Los científicos sugieren un enfoque proactivo en la evaluación y mitigación de estos impactos. Las prácticas de restauración y rehabilitación de hábitats deben ser parte integral de los proyectos mineros para asegurar la recuperación de los ecosistemas afectados.
La industria minera se encamina cada vez más hacia un manejo responsable y transparente de los recursos hídricos. El ingenio, la innovación y la participación proactiva son claves para equilibrar las necesidades económicas de la minería con la preservación del agua y de la salud de los ecosistemas acuáticos.