
La minería en Panamá tiene un impacto significativo en los ciclos hidrológicos locales, con varias consecuencias que afectan tanto al medio ambiente como a las comunidades cercanas. Sin embargo, con los nuevos estudios, se han puesto en práctica tecnologías innovadoras que mitigan estos factores.
- Cuidado de los suelos:
La actividad minera puede llevar a la reducción de la capacidad del suelo para absorber agua, aumentando la escorrentía superficial y disminuyendo la recarga de acuíferos. Para ello, en el proyecto de Cobre Panamá se ha implementado el sistema de hidrosiembra, una herramienta que previene la contaminación del agua, la pérdida de suelo y hábitats, fomentando la protección de propiedades humanas.
- Utilización del agua de lluvia y recirculación del agua captada:
Los procesos de extracción y procesamiento de minerales suelen utilizar sustancias químicas tóxicas, como cianuro y mercurio. No obstante, el 99.9% del agua que utiliza Cobre Panamá en su operación es agua de lluvia. De hecho, consume menos del 0.003% de la disponibilidad hídrica de todo el país.
El 78% de este agua se recircula, pero para garantizar que el agua residual de la actividad minera sea apta para retornar al hábitat natural, se ha creado una red de monitoreo que funciona de manera diaria, semanal, quincenal y mensual.
Además, la mina cuenta con un sistema de alerta temprana para vigilar en tiempo real la calidad del agua fresca con 16 cámaras de video que proyectan su estado físico y 43 estaciones con sondas que miden parámetros fisicoquímicos.
- Restauración de bosques:
Si bien la alteración del ciclo del agua afecta a la flora y fauna cercanas, ha sido importante incluir en esta actividad la restauración de los bosques locales. Esto se ha logrado gracias a la creación del banco de semillas, un vivero donde éstas pasan a ser sembradas en plantones y, posteriormente, llevadas a los suelos ya tratados.
Así se han restaurado parcelas de bosques, donde la flora se ha recuperado por sí misma y la fauna ha regresado, tal como lo demuestran sus cámaras trampa. Con bosques sanos, el ciclo hidrológico está protegido.
La minería en Panamá tiene un efecto considerable sobre los ciclos hidrológicos locales. La integración de prácticas responsables y sostenibles es fundamental para proteger los recursos hídricos y la biodiversidad, así como para garantizar el bienestar de las comunidades afectadas.