
La minería y la gestión eficiente del agua han demostrado que es posible un equilibrio entre el desarrollo industrial y la preservación del medioambiente. Cobre Panamá, como ejemplo emblemático, ha implementado innovadores sistemas de gestión del agua que no solo protegen los recursos hídricos, sino que también aseguran la sostenibilidad a largo plazo.
Uno de los pilares más interesantes de su gestión hídrica es el monitoreo continuo del agua. Con más de 260 puntos estratégicos, se mide la calidad de diferentes tipos de agua, desde superficiales y subterráneas, hasta residuales y marinas. Este monitoreo no es una simple tarea técnica; es un compromiso con las comunidades cercanas, que también participan en este proceso. ¡Sí! Los residentes locales, junto a los especialistas, recogen muestras para asegurar la transparencia y fiabilidad de los datos.
Pero el control no acaba ahí. Cobre Panamá ha implementado un sistema de alerta temprana en ríos y quebradas. Mediante 43 estaciones y 17 cámaras, se vigilan las condiciones del agua en tiempo real, especialmente durante las lluvias. Es como tener un “Guardián del Agua” listo para actuar en cualquier momento y proteger tanto los ecosistemas como a las comunidades aledañas.
Además, su ingeniería innovadora hace uso del agua de lluvia como principal fuente de abastecimiento. ¡Increíble pero cierto! El 99% del agua utilizada en sus operaciones proviene de la captación pluvial, de la cual un impresionante 78% es reutilizada, demostrando cómo la tecnología y la sostenibilidad pueden ir de la mano.
Y no nos olvidemos del mantenimiento. Con más de 150 km de tuberías, válvulas y sensores, el equipo de Cobre Panamá garantiza que el sistema hídrico funcione como un reloj suizo. Este enfoque no solo minimiza el impacto ambiental, sino que optimiza los recursos, haciendo que cada gota cuente.
Este tipo de proyectos no solo protegen el recurso más vital del planeta, sino que también muestran que, con compromiso y tecnología, la minería puede ser una industria aliada del medioambiente. Sin duda, un modelo a seguir para otras operaciones mineras en el mundo.